Hola.
La primera vez que pisé por IVI tenía 45. Ya voy camino de 47. Obviamente fui directa a ovodonación.
Sinceramente y después de mi experiencia, no le recomendaría a nadie ese centro. La publicidad es engañosa, la información oscura, sesgada, contradictoria. El personal trata a los clientes (debería decir pacientes, pero me han tratado como una tarjeta de crédito con patas) como si fueran borregos imbéciles a los que se les puede engañar con cualquier palabrería y que van a aceptar ignorantemente cualquier cosa que ellos digan, por sospechosa que sea.
A fecha de hoy estoy convencida de que he perdido todos mis ahorros a cambio de nada, de aire, de humo. Por todo lo que he visto y vivido, estoy segura de que ni siquiera llegaron a implantarme ningún embrión.
Fui a ese sitio confiando en su publicidad, confiando en encontrar ciencia y me encontré azar. Me voy con la sensación de haber perdido todo mi dinero en un casino. Nadie garantiza nada, el centro no justifica que ha cumplido con su parte del contrato. Es su palabra contra la mía. Sólo saben desearte suerte... Si hubiera buscado suerte o un milagro, me hubiera ido a Lourdes o Fátima de peregrinación. Me habría gastado muchísimo menos y no me habría dejado la salud por el camino.
La primera vez que pisé por IVI tenía 45. Ya voy camino de 47. Obviamente fui directa a ovodonación.
Sinceramente y después de mi experiencia, no le recomendaría a nadie ese centro. La publicidad es engañosa, la información oscura, sesgada, contradictoria. El personal trata a los clientes (debería decir pacientes, pero me han tratado como una tarjeta de crédito con patas) como si fueran borregos imbéciles a los que se les puede engañar con cualquier palabrería y que van a aceptar ignorantemente cualquier cosa que ellos digan, por sospechosa que sea.
A fecha de hoy estoy convencida de que he perdido todos mis ahorros a cambio de nada, de aire, de humo. Por todo lo que he visto y vivido, estoy segura de que ni siquiera llegaron a implantarme ningún embrión.
Fui a ese sitio confiando en su publicidad, confiando en encontrar ciencia y me encontré azar. Me voy con la sensación de haber perdido todo mi dinero en un casino. Nadie garantiza nada, el centro no justifica que ha cumplido con su parte del contrato. Es su palabra contra la mía. Sólo saben desearte suerte... Si hubiera buscado suerte o un milagro, me hubiera ido a Lourdes o Fátima de peregrinación. Me habría gastado muchísimo menos y no me habría dejado la salud por el camino.
Comment